
Síndrome de ojo seco
El síndrome del ojo seco es causado por una falta crónica de suficiente lubricación y humectación sobre la superficie del ojo. Las consecuencias del ojo seco abarcan desde una irritación ocular leve pero constante a una inflamación significativa, e incluso la aparición de cicatrices en la superficie frontal del ojo. El ojo seco es muy común, y es una razón principal para la consulta con los especialistas.
Los síntomas del ojo seco y el síndrome del ojo seco abarcan:
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Sensación de quemazón
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Sensaciones dolorosas
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Pesadez en los párpados
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Ojos fatigados
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Sensación de sequedad
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Fotofobia (sensibilidad a la luz)
Otro síntoma común es algo llamado "sensación de cuerpo extraño": la sensación de tener arenilla o algún otro objeto o material "dentro" del ojo.
Y aunque parezca raro, los ojos llorosos también pueden ser un síntoma del síndrome del ojo seco. Esto se debe a que la sequedad de la superficie del ojo algunas veces sobrestimula la producción del componente acuoso de las lágrimas como mecanismo de protección. Pero este "reflejo lagrimal" no permanece en el ojo lo suficiente como para corregir el trastorno subyacente del ojo seco.
Factores asociados con el síndrome de ojo seco
Una cantidad de factores pueden aumentar el riesgo de ojos secos. Estos incluyen:
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Uso de computadora. Cuando usamos una computadora o un celular inteligente, así como otros dispositivos digitales portátiles, tendemos a parpadear menos profundamente y menos frecuentemente, lo que lleva a una mayor evaporación lagrimal y también a un mayor riesgo de tener síntomas de ojo seco.
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Uso de lentes de contacto. Si bien puede resultar difícil determinar la medida exacta en que los lentes de contacto contribuyen a los problemas de ojo seco, la incomodidad de esta afección es una razón primordial por la que las personas dejan de usarlos.
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Envejecimiento. El síndrome de ojo seco puede aparecer a cualquier edad, pero se torna cada vez más común a medida que pasa el tiempo, en especial después de los 50 años.
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Menopausia. Las mujeres postmenopáusicas enfrentan mayor riesgo de ojo seco que los hombres de igual edad.
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Ambientes interiores. El aire acondicionado, los ventiladores de techo y los sistemas de calefacción de inyección de aire pueden disminuir la humedad ambiental interior y/o acelerar la evaporación lagrimal, lo que genera síntomas de ojo seco.
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Ambientes exteriores. Los climas áridos y las condiciones ventosas o de bajos niveles de humedad aumentan los riesgos de ojo seco.
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Vuelos frecuentes. El aire de las cabinas de los aviones es sumamente seco y puede originar problemas de ojo seco, en especial en quienes vuelan con frecuencia.
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Fumar. Además de ojos secos, el fumar se relaciona con problemas oculares graves como, por ejemplo degeneración macular, cataratas y uveítis. (Por detalles, consulte nuestro artículo acerca de por qué fumar es malo para sus ojos.)
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Condiciones de salud. Determinadas enfermedades sistémicas, tales como diabetes, trastornos relacionados con la tiroides, lupus, artritis reumatoide y Síndrome de Sjogren, contribuyen a la aparición de problemas de ojo seco.
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Medicamentos. Muchos medicamentos de receta y de venta libre, que incluyen antihistamínicos, antidepresivos, determinados fármacos para la presión arterial y píldoras para el control de la natalidad, aumentan el riesgo de síntomas de ojo seco.
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Problemas de párpados. El cierre incompleto de los párpados al dormir o parpadear, un trastorno llamado lagoftalmos, puede ser causado por envejecimiento o aparecer después de una blefaroplastia plástica, así como por otras causas, puede ocasionar ojo seco grave que, si no se trata, podría llevar a una úlcera corneal.
Tratamiento y prevención del ojo seco.
Uno de los errores más comunes en el tratamiento de este padecimiento es pensar que todas las lágrimas artificiales son iguales. Los colirios lubricantes tienen diferente composición y diferentes propiedades, según el tipo de ojo seco que se padezca. A veces en los casos que no mejoran usando un lubricante, el cambio a otro corrige la situación.
Afortunadamente, existen opciones eficaces de tratamiento si usted sufre de ojo seco en forma crónica. En muchos casos, el uso regular de lágrimas artificiales y algunas pequeñas modificaciones de la conducta (tomar descansos frecuentes cuando trabaja en la computadora, por ejemplo) pueden reducir en forma significativa los síntomas de ojo seco.
En otros casos, el profesional de la visión puede recomendarle medicamentos oftálmicos de venta restringida y procedimientos que se realizan en el consultorio para ayudar a que su cuerpo genere y segregue más lágrimas, así como para disminuir la irritación y la inflamación del ojo.


